Pendulum Labs
Pendulum Labs todavía no existe del todo. O al menos no en la forma en la que estamos acostumbrados a decir que algo “existe”: con oficinas, papeles sellados, cronogramas de trabajo y presentaciones en PowerPoint. Hoy Pendulum es más una vibración que una estructura. Un espacio sin forma definida donde investigo, experimento y dejo que las ideas se tropiecen unas con otras hasta que alguna de ellas pide pista y se convierte —si tiene suerte— en un proyecto real.
Nace en un momento muy particular de mi vida. De esos momentos que no sabés si son una crisis o una revelación. Dejé atrás cierta estabilidad, una empresa que fundé y donde trabajé durante años, para hacer algo que no sabía si podía hacer: tirarme a la pileta sin mirar si hay agua. Pero algo adentro me decía que ya no podía seguir ignorando ese impulso.
Pendulum no tiene certezas. No sé qué va a ser. No sé si va a funcionar, ni cómo, ni dónde, ni con quién. Pero sí sé que hoy necesito esto. Necesito un lugar donde no tenga que justificar cada idea con un pitch de cinco minutos. Donde se pueda investigar por placer, crear sin permiso, desarrollar sin mapa. Un laboratorio en el sentido más salvaje y poético de la palabra.
Quizás de acá salgan cosas increíbles. O quizás no salga nada más que aprendizaje. Pero eso también sería suficiente.
Pendulum es eso: un péndulo en movimiento. No me interesa frenarlo todavía.
Y sí, ya sé: todo esto suena bastante en el aire. Y la verdad es que lo último que quiero en este momento de mi vida son más cosas en el aire. Pero por algún lado se empieza. En los próximos días voy a ir actualizando esta página (y sobre todo la de Pendulum, cuando exista) con las novedades.